Un must para una piel libre de impurezas y una aplicación de maquillaje sin sufrimientos.
¿Qué es?
Es el primer paso y el pilar de toda rutina coreana para una piel lisa y clara. En pocas palabras, se trata de limpiar tu piel en 2 pasos muy sencillos utilizando un producto con base oleósa seguido de otro con base acuática. En pocas palabras: un aceite y una espuma.

¿Por qué?
Si lo piensas, en tu día a día ya realizas una especie de doble limpieza. Piensa en tu rutina al final del día. Empiezas por desmaquillarte (¡Esperamos!) utilizas "X" desmaquillante (oleoso, bifásico o en toallitas) para remover todo tu maquillaje y después lavas tu cara con tu cleanser facial favorito que es espumoso y se diluye fácilmente en agua.
Esto es exactamente lo mismo. Excepto que el primer paso se realiza más a consciencia con la finalidad de derretir en el aceite todas las impurezas, maquillaje, protector solar, exceso de sebo, sudor, partículas de polvo y demás partículas que quedan atrapadas en tus poros aún después de utilizar toallitas desmaquillantes o limpiador espumoso.

Con el tiempo, estas partículas se acumulan, tapan tus poros y son los causantes de brotes, espinillas y granitos que restan vitalidad a tu piel.
El no tener una buena rutina de limpieza provoca que tu piel reaccione negativamente, tu rutina de esencias, serums y cremas que jamás harán efecto porque tu piel no está preparada para recibir toda esa nutrición y por si fuera poco... compras cada vez más maquillaje para cubrirlo todo.
Comienza a utilizar este método de limpieza para hacer de tu rostro un lienzo en blanco.
¡Haz que el usar maquillaje sea opcional!
¿Cómo lo hago?
El primer paso es identificar tu tipo de piel.
Hay productos para todo que se adaptarán a tu rutina y ayudarán a tu piel a empezar de cero todos los días. Pero siempre recuerda: Inicia con el cleanser de base en aceite (para derretir todo) y finaliza con un limpiador acuoso para remover todo de una vez por todas.
Y el segundo paso es conocer los tipos de limpiadores que hay y sus presentaciones:

Recomendaciones
PIEL NORMAL
Utiliza un aceite limpiador humectante, seguido de una leche o gel espumoso para una piel suavecita desde el inicio.
Es importante que selecciones productos hidratantes que aporten nutrición a tu piel. Recuerda que un buen cleanser jamás debe sentirse tirante ni dejar rastro de si tras el enjuague.
PIEL SECA - EXTRA SECA
Utiliza un bálsamo limpiador nutritivo o un aceite 2 en 1 para agilizar tu rutina. de una espuma o crema espumosa hidratante que limpie sin resecar tu piel.
PIEL MIXTA TENDENCIA SECA
El balance lo es todo.
PIEL MIXTA TENDENCIA GRASA
El balance lo es todo.
PIEL SENSIBLE
Calma tu piel con un bálsamo o aceite suave, seguido de una espuma ligera o leche limpiadora libre de ingredientes irritantes e hipoalergénicos. También puedes probar los polvos enzimáticos, son muy suaves y limpian "comiéndose" las células muertas de tu piel.
PIEL GRASA
Sabemos que la palabra "aceite" o "bálsamo" te causan terror. Pero confía en la ciencia detrás de tu piel. Utiliza un limpiador suave que pueda remover fácilmente todo ese exceso de grasa sin tapar tus poros. Finaliza con una espuma limpiadora con algún ácido para desincrustar las impurezas y minimizar brotes.
Sin duda, el realizar constantemente la doble limpieza cambiará por completo tu piel y te permitirá ver resultados más rápido. Aún si no te maquillas mucho o para nada, aún hay partículas de polvo, tu mismo bloqueador y demás impurezas que quedan atrapadas en tu piel.
No excuses!
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Bee