Un must para una piel libre de impurezas y una aplicación de maquillaje sin sufrimientos.
¿Qué es?
Es el primer paso y el pilar de toda rutina coreana para una piel lisa y clara. En pocas palabras, se trata de limpiar tu piel en 2 pasos muy sencillos utilizando un producto con base oleósa seguido de otro con base acuática. En pocas palabras: un aceite y una espuma.

¿Por qué?
Si lo piensas, en tu día a día ya realizas una especie de doble limpieza. Piensa en tu rutina al final del día. Empiezas por desmaquillarte (¡Esperamos!) utilizas "X" desmaquillante (oleoso, bifásico o en toallitas) para remover todo tu maquillaje y después lavas tu cara con tu cleanser facial favorito que es espumoso y se diluye fácilmente en agua.
Esto es exactamente lo mismo. Excepto que el primer paso se realiza más a consciencia con la finalidad de derretir en el aceite todas las impurezas, maquillaje, protector solar, exceso de sebo, sudor, partículas de polvo y demás partículas que quedan atrapadas en tus poros aún después de utilizar toallitas desmaquillantes o limpiador espumoso.

Con el tiempo, estas partículas se acumulan, tapan tus poros y son los causantes de brotes, espinillas y granitos que restan vitalidad a tu piel.