La piel es el espejo en donde se refleja no solamente tu belleza, sino también, tu salud y estilo de vida. Y contrario a lo que muchos piensan, cuidar la piel no es sinónimo de vanidad, nosotras creemos que es sinónimo de amor propio. ¿Tú ya te uniste al movimiento? #selfcare
LA PIEL ES UNA GUERRERA
La piel es el órgano más largo y pesado del cuerpo humano. Se compone de 3 capas con diferentes funciones:
La Epidermis
Es la capa superior de la piel, es la que podemos tocar y su principal función es protegernos contra nuestro entorno.

No te darás cuenta, pero el entorno en el que vivimos es hostil. El aire, el agua, el calor, el frío, las bacterias, el sol. Todo esto representa una constante batalla para nuestra piel.
Es por esto que para protegerte, la piel se renueva todos los días para defenderte del mundo.
Aquí podemos encontrar las células responsables del color de piel (melanocitos), células del sistema inmunológico que combaten bacterias y una capa de grasa, sudor y queratina a la cual comunmente nos referimos como: "Barrera natural de la piel"
La Dermis
Esta es la segunda capa de la piel y su función principal es la nutrición de las células epidérmicas. La Dermis es cuatro veces más gruesa que la epidermis. Es una capa esponjosa que contiene elastina, colágeno y proteínas que le dan a la piel su flexibilidad y elasticidad.
Aquí podemos encontrar vasos sanguíneos, folículos pilosos, glándulas sudoríparas y glándulas sebáceas.
Cuando el proceso de envejecimiento de la piel se pone en marcha, muchas células de la dermis se ven afectadas. Este es el caso de las glándulas sebáceas o de las células productoras de colágeno y elastina, cuya producción se reduce y nos salen arrugas.
Nuestra alimentación es también muy importante cuando queremos mejorar la salud de nuestra piel. Todos los nutrientes y toxinas que ingerimos eventualmente terminan aquí, es por esto que se dice que nuestro estilo de vida se ve reflejado en la calidad de nuestra piel. ¡Cuidado con lo que comes!
La Hipodermis o Capa Subcutánea
Básicamente grasa. La hipodermis actúa como un colchón que nos protege contra impactos y es energía que guarda nuestro cuerpo. Por lo que esos cachetes no son más que reservas de energía.
Ahora que ya entendimos la estructura de la piel, podemos hablar de los tipos de piel que hay.
Los 4 tipos de piel
Hay cuatro tipos básicos de piel sana: normal, seca, grasa y mixta. El tipo de piel se determina genéticamente. No obstante, el estado de nuestra piel puede variar considerablemente según los diversos factores internos y externos a los que es sometida.

MIXTA
En la piel mixta, los tipos de piel varían en la zona T y en las mejillas. Todos tenemos cierto grado de piel mixta, por el clima, desbalance hormonal, reacciones a algunos químicos o a algunos alimentos. Usualmente este tipo de piel es constantemente variable a lo largo del año.

Se caracteriza principalmente por:
Zona T Grasa (frente, mentón y nariz).
Poros agrandados
Espinillas ocasionales o brotes de acné
Mejillas entre normales y secas.
Causas:
Las partes más grasas de la piel mixta se deben a una hiper-producción de sebo. Las partes más secas de la piel mixta se deben a una falta de sebo y al correspondiente déficit de lípidos. Es decir: A tu rostro le falta hidratación, humectación, exfoliación y balance.
Seguro odias la sensación grasosa en tu rostro y evitas a toda costa utilizar cualquier cosa en tu rostro. Sin saber que esto es precisamente lo que provoca que tu piel produzca más sebo para compensar tu falta de hidratación y humectación.
Lo que debes hacer es balancear tu piel y tu alimentación. Observa qué tipos de comida disparan granitos, si se debe a un desbalance hormonal o si sientes que tu piel depende mucho del clima.
Recomendaciones:
Exfolia tu piel regularmente, máximo 2 veces por semana. Utiliza del tipo BHA. (Si quieres saber más sobre exfoliación te recomendamos este post.)
Mantén tu piel limpia con el método de doble limpieza.
Utiliza productos que balanceen tu pH.
Ten productos especiales para cada zona de tu rostro.
Utiliza bloqueador solar.
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SECA
La mejor forma de identificarla es después de lavar tu rostro. Un día intenta no usar nada al finalizar tu rutina de limpieza y si inmediatamente sientes tu rostro seco, tirante e incómodo. Felicidades... tienes piel seca.

Este tipo de piel produce menos sebo que la piel normal. A consecuencia, se siente tirante y áspera. Por lo general viene acompañada de sensibilidad, descamación, enrojecimiento y micro heridas dependiendo de la severidad de la sequedad.
Algunas zonas del cuerpo son propensas a presentar estos problemas como las manos, pies, los codos, rodillas, nudillos que usualmente presentan grietas, arrugas y descamación.
Causas:
Cuando la función de barrera natural de la piel está deteriorada, la humedad puede evaporarse más fácilmente, dejando la piel seca, tirante y áspera.
Climas extremos o sensibilidad a cambios de clima
Sobre exposición al sol
Sobre exfoliación
Exceso de limpieza. ¿Estás utilizando el limpiador correcto para ti? Descúbrelo aquí.
Algunos medicamentos
La edad
Recomendaciones:
Evita corrientes de aire (frío o seco)
Reduce el tiempo de contacto con agua muy fría o muy caliente
Utiliza productos que no contengan alcohol, perfumes o exfoliantes BHA
Exfolia tu piel una vez a la semana con AHAs suaves.
Utiliza productos con ácido hialurónico, beta-glucan, ceramidas y colágeno.
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GRASA
Este tipo de piel en realidad es muy rara. La mayoría de las personas creen que tienen piel grasa solamente por tener zona T brillosa y granitos ocasionales y suelen confundirla con piel mixta. Por lo que utilizan productos equivocados y no ven mejoría.

Las características de este tipo de piel son:
Todo el rostro tiene un aspecto brillante y graso. No únicamente zonas.
Poros abiertos
Acné
Textura irregular
Se ve y se siente bastante gruesa
Se observan cicatrices por acné
Irritación y Sensibilidad
Las causas pueden variar desde genética, causas hormonales, glándulas sebáceas más grandes y numerosas de lo normal.
Obviamente no eres responsable del tamaño de tus glándulas sebáceas o de los cambios hormonales que ocurren dentro de ti. Sin embargo, puedes luchar contra ciertos factores externos que pueden disparar la segregación de sebo en tu piel.
Recomendaciones:
No utilizar productos muy abrasivos con alcohol u otros ingredientes astringentes
No sobre exfoliar ya sea con ácidos o con geles/scrubs con micro cápsulas
¡Siempre utiliza un hidratante! Sabemos que le tienes miedo a las cremas, pero recuerda que si no hidratas tu piel, ella no tendrá más opción que producir más y más sebo. Detén este círculo vicioso.
Exfolia tu piel con regularidad. Máximo 2 veces por semana. Te recomendamos algunos productos para tu tipo de piel: da click aquí
Mantén tu piel limpia con el método de doble limpieza.
Utiliza productos con ingredientes calmantes como: Allantoína, Centella Asiática, Ceramidas, Té Verde, Azuleno, entre otros.
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SENSIBLE
Este tipo de piel por lo general se incluye en todos los tipos de piel dependiendo de su gravedad. Por lo general son productos hipoalergénicos y dermatológicamente probados perfectos para calmar la irritabilidad de todo tipo de piel.
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Conclusiones
A pesar de que cada piel es diferente, todas son unas guerreras y hacen un excelente trabajo al defenderte de todo lo que hay a nuestro al rededor. ¡Es hora de regresarle el favor!
Ama tu piel.
¿Lograste descubrir cuál es tu tipo de piel?
¿Aprendiste más de ella y ya estás lista para cuidarla?
Déjanos tus comentarios.#amoskincare
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